sábado, febrero 02, 2008

LA BIBLIOTECA IMPOSIBLE III

Seguimos con "La biblioteca imposible": Paula Marta Temprano continúa entrevistando al viejo Petronilo Marceliano Tardón...


— Propóngame un libro fragmentario

— Se me antoja muy fácil uno. Echa cuentas: cien años, a cien renglones cada año, mil renglones; dividido entre treinta que caven en cada página, dan unas cuarenta páginas. Un cuento largo, no da para una novela corta; habría que pensar qué tema tocar... Vuelve la duda, el juego de la imaginación. No es tanto escribir el libro como imaginarlo. Mi amiga Yolanda habla en su curriculum de los libros que tiene pensado escribir... Y esta sería otra buena idea para escribir un libro: los libros imaginados que hay en los libros imaginados nunca escritos por escritores imaginados por otros escritores, que nunca escribieron una línea... Ahí tienes el tema, casi borgiano.

— Proyectos, proyectos, pero usted no lleva ninguno a cabo...

— ¡Deja de llamarme de usted! Soy viejo pero me gustas. ¿Quieres otra cerveza? Yo sí.

Pide dos cervezas más. Me mira a los ojos. La grabadora da vueltas y parpadea. El bar Don de Carlos comienza a poblarse de trabajadores que llegan a tomar café, copa y puro. Son casi las dos de la tarde. Se está bien aquí. Cuando ha bebido un buen trago de la segunda cerveza, continúa sin que yo le pregunte. Acciona con las manos...

— Una cereza, según la imagen ya gastada, viene enganchada a otra y se me ocurren los diversos proyectos redactados y los que quedan por redactar. No es necesario realizarlos, son proyectos que cuentan, se imaginan, tal vez se sueñan... Tambien hay proyectos de encargo, tan absurdos como la propia vida... En cierta ocasión oí que no eran importante los proyectos, sino el llevar a cabo uno solo... Medianamente de acuerdo: un proyecto es buscar un trabajo, hasta que se encuentra el que te gusta... Después no se vuelve a buscar más... Un proyecto es buscar el amor, y a quien lo busca, pueden tildarle de casquivano, hasta que se enamora de verdad y es correspondido... No vuelve a buscar más..., por un tiempo. ¿No se harán más proyecto cuando encuentres el definitivo?... Lo dudo. Siempre habrá otra esperanza, otra ilusión más allá. Hace muchos años leí en algún sitio: "¿Qué habrá de tras de aquella montaña?" Preguntaba uno de los personajes, y otro contesta: "No lo dudes, un valle y otra montaña... que también querrás escalar"... Es casi imposible que un proyecto coincida totalmente con su desarrollo, pero puede servir de motor a otros proyectos que poco tengan que ver.

— ¿Por qué no desarrolla todo esto?

—¡La puesta en situación! ¡Mira que es difícil! Siempre hay una buena excusa para no escribir. Tampoco te facilita nadie la tarea. El dejarte solo es un milagro, una ofensa para todos, sólo pensar que necesitas la soledad: ¿pues qué vas a hacer? ¿tanto te molestamos? Las contestaciones son poco aconsejables. No quiero hacer nada, sólo mirar a las musarañas, pensar y contarme historias, cuentos, y reflexiones que irán a parar a la biblioteca imposible, o bien, si entendemos que la imaginación en sí puede ser un soporte, descansarán en la biblioteca imaginaria. Allí esperarán el diccionario imaginario y serán anotadas en libros de registro imaginarios, tendrán sus números y sus siglas en el lomo, ocuparán un trozo de anaquel en la imaginación... No molestas, pero ¿cómo explicarte que necesito estar solo? que aunque estés en silencio, sin hacer ningún ruido, ningún movimiento... ¡nada!, sólo saber- ¡qué saber, sospechar!- de tu presencia, me intimida... tengo la sensación, imposible, en efecto, pero real también, de que tu me ves los pensamientos tan claros como los veo yo, y no quiero que me sorprendas en las dudas, en las vacilaciones, en las carreras contrarreloj de mí contra mí mismo... y eso intimida-¡Intimida, intimida mucho! Impide que nazcan las historias, ya sean sólo imaginarias, historias apenas prendidas de la imaginación, historias no nacidas ¿son esto historias? Pero podrían serlo... Ese es el dilema: ¿cuántas historias no han nacido por la simple intimidación? ¡Mira si es difícil escribir!

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