lunes, marzo 26, 2007

LOS RECOGE PELOTAS

Publicado en el diario de Alcalá hace dos años.
A ras de suelo
Tocando las pelotas

La pelotera que se ha montado entre los distintos estamentos sobre si corresponde o no contratar a una mujeres que trabajan de modelos para recoger las pelotas que los tenistas desperdician tiene nada más que medio sentido. La polémica debía plantearse en otros términos: ¿Es el tenis un espectáculo? De la respuesta a la pregunta dependerá la toma de posiciones a favor o en contra del trabajo de las azafatas. Supongamos que contestamos que sí, que “El Master de Tenis de Madrid” es un espectáculo porque los tenistas son previamente contratados por unas cantidades considerables de dinero, en lo cual no entro, son profesionales que juegan a comisión: cuanto más público les vea más ganan -entiéndase por publico cuanto más mach aguanten-, y además están patrocinados por muy distintas firmas comerciales cuyas inversiones se rentabilizarán de una u otra manera, y los organizadores pretenden ganar dinero. Pero además es un espectáculo netamente publicitario de un Madrid que se postula como sede olímpica para el año que viene.
Contestemos que no. Que “ El Master de Madrid” no es sólo un espectáculo sino fundamentalmente un deporte. Se persigue mostrar “los top” de los diversos ranking de jugadores de pelota y raquetas. Lo que importa es quien gana a quien de limpiamente sin importar en exceso los dineros ni la publicidad. Coincide el dinero con la noble competición sólo porque cualquier actividad humana gasta tiempo de empleo y su traducción directa es la economía . Pero si esa circunstancia no se diera, “El Master de Madrid” se celebra con las mismas figuras y el estadio se llenaría igualmente porque la afición al cruce silencioso de pelotazos, es tanta que, para poner un orden en los curiosos, se hace necesario cribar con los precios.
Si se trata de un espectáculo, aunque sea corregido porque el casi deporte de los chicos de papel cuché, me parece preferible que contraten a profesionales -a quienes se les paga por su saber hacer, según el caché y los convenios- que se aprovechen de los “voluntarios”, esos muchachos ágiles que acuden sólo por la comida. -¡Este punto debían de denunciarlo los sindicatos y el defensor del menor enterarse del trabajo en esclavitud de los niños!- Lógicamente los organizadores quedan el libertad para cobrar por las entradas los que les venga en gana. Pero si es así, de mi bolsillo ni un céntimo, y quiero la parte que me corresponde como ciudadano de Madrid por el alquiler de un espacio de público que se alquila a un empresario privado. Yo no quiero pagar espectáculos que no me gustan y estoy en mi derecho.
En caso de que digan que es deporte, que los jugadores, como los recoge pelotas, no cobren más que la comida y el agua.
En cuanto a las ilusionadas jóvenes promesas y los competitivos padres con hijos deportistas federados y con carnet, que se sienten ofendidos porque los chicos han sido sustituidos por “go-gos” de largas piernas, les recomiendo que traten de sustituir a las modelos en sus trabajos más habituales y suban a sus vástagos a las pasarelas y los metan en los night club y discotecas de moda para que los congresistas se diviertan. Lo del deporte competitivo, mire usted, sólo es la guerra sucia del dinero y la droga.

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